miércoles, 9 de noviembre de 2016

Noticias Internacionales

 Por Luis Montes Brito

Buenos días, la peor de mis pesadillas se convirtió en realidad: Donald Trump ganó la presidencia, los Republicanos arrasaron en las elecciones dominando el Senado y la Casa de Representantes.
El pueblo estadounidense ayer se volcó a la urnas, se expresó y habló fuerte. El mandato es claro, el apoyo mayoritario del pueblo también: quiere a Donald Trump. El pueblo eligió un líder con un mensaje mesiánico, de esperanza, de fuerza. Estoy en desacuerdo con la decisión pero esto es una democracia y hay que respetar la voluntad de las mayorías y sobre todo asumir el nuevo contexto y trabajar para salir adelante dentro de él.
Existe incertidumbre en los mercados de valores a nivel mundial, existe incertidumbre entre los inmigrantes indocumentados. Pero, porqué existe incertidumbre entre sectores bien informados y desinformados como los mencionados? Sencillo, porque en este momento nadie sabe a ciencia cierta que hará en la realidad Trump como presidente. Nadie sabe todavía que significa hacer “América Grande”, cuál es el método y cuál es el costo para materializar esa idea. Estas incertidumbres pronto se desvanecerán y como la lógica lo manda, Trump deberá empezar a enviar mensajes que lleven tranquilidad a todos lo sectores que interactúan para que funcione el tipo de vida americana.
Ganó la derecha mundial? No! Ganó Trump. Ni siquiera los líderes tradicionales del Partido Republicano de Estados Unidos saben dónde están parados en este momento, no pueden decir si salieron victoriosos o el resultado les significa pérdida de poder. Trump logró además elegir un congreso Republicano, por lo tanto tiene todo para desarrollar su plan de gobierno.
Hay que reconocer que Trump ganó bien, en unas elecciones dónde hubo una participación récord y dónde él fue quien se echó al partido en hombros. La gente salió a votar por Trump ( a favor o en contra), esa es la realidad.
Los latinos chocamos contra una dura realidad, nuestro voto todavía no tiene el poder de decisión que muchos le asignamos. Retrocedimos en peso y en importancia política. Esto nos desanima? NO! Nada más nos lleva a renovar esfuerzos, a analizar nuevas formas de avanzar y a un compromiso de una mayor participación política.
Pasaron las elecciones, es hora de continuar trabajando, de aceptar los resultados y de enfrentar una nueva realidad. Felicidades a los ganadores.

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